El GRITO DE LARES
El Grito de Lares fue un acto de rebelión de algunos patriotas que querían acabar con la opresión española de la época. Iban en busca de liberación y estaban ansiosos de revivir los ideales de justicia y autonomía.
Trasfondo histórico
El 7 de septiembre de 1822, desembarcó en Puerto Rico el Gobernador Militar español, Miguel de la Torre. Este llegó con el objetivo de cuidar las finanzas de la Isla, y a la vez, de mantener la soberanía en manos de España, y se dedicó a evitar que los ciudadanos planificaran una rebelión para descolonizarse. Este pensamiento hizo que comenzara una persecusión contra los ciudadanos y los acosaba, interfiriendo la correspondencia y espiándolos, sin respetar su privacidad. También aumentó la presión contra los esclavos y contra el contrabando o piratería.
Su gobierno se convirtió en un régimen absolutista y se mantuvo hasta el año 1837, cuando las Cortes Españolas decretaron que Puerto Rico y Cuba serían gobernados en formas especiales. Sin embargo, no tendrían representación ni diputados en el Cuerpo Legislativo del Tercer Régimen en España y las leyes o reglas solo las disponía el gobernante que fuera nombrado por España.
(Ver: Gobernadores de Puerto Rico Durante el Régimen Español en el siguiente enlace:
No conforme con esta decisión, comenzó en Puerto Rico un movimiento reformista para luchar, junto a Cuba, por mayores libertades. Por su parte, el gobierno español quería mantener su sistema tal y como estaba y, por temor a las rebeliones de los esclavos, en el 1848 se decretó el Código Negro por el Gobernador de entonces, el General Juan Prim.
Este adoptó medidas muy duras en contra de los negros y los esclavos, y eran juzgados por Consejos de Guerra, no por Tribunales Civiles. Por ejemplo, la pena para un esclavo por atacar a un blanco era la muerte. En cambio, si el agresor era negro libre o mulato, en vez de pena de muerte, se le amputaba la mano. Aun así, ambos eran castigos crueles e inhumanos. Este código estuvo vigente por seis meses ya que fue derogado por su sucesor, el gobernador Juan de la Pezuela.
Juan de la Pezuela, por su parte, instituyó el Régimen de las Libretas, limitando la libertad del jornalero (1848). Este declaró que todo hombre blanco o negro desde 16 a 60 años, era jornalero, y tenía que llevar una libreta donde debía escribir todas las tareas realizadas diariamente. En la libreta, el patrón escribía comentarios sobre la conducta del jornalero, y si éste último no cumplía con sus tareas, conllevaba un castigo, incluyendo la cárcel.
Todos estos abusos fueron alimentando la motivación de ciertos grupos que abogaban por los menos afortunados, y comenzaron a luchar en contra de las autoridades, sin importar las consecuencias que pudieran conllevar. De la Pezuela gobernó en Puerto Rico hasta el 1851.
Líderes puertorriqueños se unen en la lucha
El 8 de abril de 1827, nace en el Municipio de Cabo Rojo, Ramón Emeterio Betances, de padre dominicano y madre puertorriqueña. Los padres de Betances formaban parte de una familia de comerciantes de clase media, cuyos hijos se registraban en el libro de los pardos, o gente de sangre negra. Para prepararle un expediente de limpieza de sangre, lo enviaron para Francia, y estudió en Toulouse desde los diez años. En el 1848, se matriculó en la Facultad de Medicina de París.
(Ver: Abolicionistas de Puerto Rico en el siguiente enlace)
Estando en Puerto Rico, en el 1856, fundó un hospital en Mayagüez para tratar a todos los enfermos durante la epidemia de cólera, contrario a lo que le exigía el Gobierno, de tratar solo a los militares españoles. Otro médico que lo ayudó fue el mayagüezano, José Francisco Basora . Esto les causó muchos problemas, y en el 1858, fueron desterrados a Francia, por alegadas ideas abolicionistas y revolucionarias.
Una de las cosas que hacía Betances a favor de los esclavos era, acudir a las ceremonias de bautismo y pagar 25 pesos por la libertad de los niños esclavos.
(Ver: Abolición de la Esclavitud en Puerto Rico en el siguiente enlace)
Al regresar a Puerto Rico en 1859, para continuar con su lucha, ambos se unieron al joven abogado, nacido en Hormigueros, Segundo Ruíz Belvis.
En el 1861, Francisco Basora se traslada a Nueva York para unirse a un grupo de cubanos que se habían organizado, y continuar con la lucha desde allá. Además de médico, Basora se convirtió en gestor y vocero de las relaciones revolucionarias entre puertorriqueños y cubanos; y en el 1865, fue elegido Vicepresidente de la Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico (su presidente era el cubano Juan Manuel Macía).
En el 1864, Emeterio Betances escribió una proclama a la que llamó Los Diez Mandamientos de los Hombres Libres. Esto era un programa de reformas para Puerto Rico, donde se solicitó, en primer término, la Abolición de la Esclavitud. Este documento se mantuvo en secreto hasta 1867.
Comienza la batalla
En 1865, España convocó un Decreto Real en donde se pudieron exponer los problemas de Puerto Rico y Cuba. José Julián Acosta, Segundo Ruiz Belvis, Francisco Mariano Quiñones y Manuel Zeno Correa fueron quienes representaron a la Isla en España.
Los primeros tres presentaron un informe sobre la abolición inmediata de la esclavitud, y con esto se logró fijar el principio de la esclavitud como un problema social que había que resolver. Zeno Correa era más conservador, y no se solidarizó con sus compatriotas por considerarlos extremistas.
Cuando se dispusieron a regresar a Puerto Rico, se enteraron que el Gobernador, Teniente General José María Marchessi, había ordenado el destierro de Ramón Emeterio Betances, Segundo Ruiz Belvis, y Pedro Jerónimo Goyco, entre otros, por estar impulsando ideas separatistas en la Isla. Betances no había viajado a España con los delegados, pero se había mantenido en la Isla apoyando a los compueblanos. El plan de Marchessi enviarlos a España, pero Betances y Ruíz Belvis partieron hacia St Thomas.
En 1867, Ruiz Belvis viaja a Chile, en busca de ayuda para la causa, pero fallece en ese país el 5 de noviembre, días después de su llegada. Tras su muerte, Ramón Emeterio Betances se inspiró a continuar más arduamente con la lucha y envió clandestinamente a Puerto Rico la proclama que había preparado, Los Diez Mandamientos de los Hombres Libres.
Los diez mandamientos de los hombres libres
Noviembre de 1867
Puerto Riqueños.
El gobierno de Da. Ysabel II lanza sobre nosotros una terrible acusación.
Dice que somos malos españoles.
El gobierno nos calumnia.
Nosotros no queremos la separación; nosotros queremos la paz, la unión con España; mas es justo que pongamos nosotros también condiciones en el contrato.
Son muy sencillas.
Helas aquí.
Abolición de la esclavitud
Derecho a votar todas las imposiciones
Libertad de cultos
Libertad de la palabra
Libertad de imprenta
Libertad de comercio
Derecho de reunión
Derecho de poseer armas
Inviolabilidad del ciudadano
Derecho de elegir nuestras autoridades
Esos son los diez mandamientos de los hombres libres.
Si España se siente capaz de darnos y nos dá esos derechos y esas libertades, podrá entonces mandarnos un Capitán general, un gobernador… de paja, que quemaremos en los días de Carnestolendas, en conmemoración de todos los Judas que hasta hoy nos han vendido.
Y seremos españoles.
Si no No.
Si no Puerto Riqueños -¡PACIENCIA!- os juro que seréis libres.
R.E. Betances
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El 6 de diciembre de 1867, Betances viajó hacia Santo Domingo, y desde allí formó parte del Comité Revolucionario de Puerto Rico. Este comité era el que nombraba delegados y agentes, y conseguía las herramientas y armas para defenderse. Más adelante, se mudó a Nueva York, para unirse al Dr. Francisco Basora, quien luchaba por la independencia de Puerto Rico y Cuba, en unión con los cubanos.
Planificación
Para 1867, ya se habían formado en nuestra isla, juntas revolucionarias secretas en los pueblos del suroeste. Los grupos se llamaban Capá Prieto en Mayagüez, Centro Bravo en Lares, Porvenir en San Sebastián, Lanzador del Norte en Camuy, y Lanzador del Sur en Ponce. Estas juntas tenían presidente y secretario. Además, tenían reglamentos, y activaban la propaganda militante y económica. El comité (los separatistas) pidieron ayuda a algunos liberales tales como, Román Baldorioty de Castro y José Julián Acosta, pero éstos preferían una propaganda pacífica, y no se unieron. Manuel Rojas, Presidente de Centro Bravo en Lares, diseñó una bandera ideada por Betances. Esta fue bordada por Mariana Bracetti en el 1868, y se reconoce como la primera bandera de Puerto Rico. Mariana Bracetti, mejor conocida como Brazo de Oro, era la esposa de Miguel Rojas. Este era un exiliado venezolano, hermano de Manuel Rojas.
(Ver: Historia de la Bandera de Puerto Rico en el siguiente enlace)
Para ese tiempo, también se tocaba en Puerto Rico una danza compuesta por Félix Astol Artés, llamada La Borinqueña, y la sangermeña Lola Rodrígez de Tió le adaptó una letra revolucionaria a la música para apoyar la rebelión.
(Ver: Himno de Puerto Rico: Historia, Letra y Música en el siguiente enlace)
Sin embargo, al haber filtraciones de las reuniones que se estaban efectuando en los distintos barrios, se provocó que el Comandante Militar de Arecibo, allanara la casa de Manuel María González (Presidente de la junta en Camuy), el 19 de septiembre de 1868. Allí se encontraron documentos comprometedores, y éste fue encarcelado. La noticia se supo rápido en las demás juntas, y en concenso, decidieron dar un golpe el día 23, para tomar Lares y San Sebastián. Se escogió Lares, por ser un lugar estratégico para poder comunicarse con los demás pueblos, y por su localización geográfica en un lugar montañoso. Además, estaba lejos de las bases militares de San Juan, y era la junta que más miembros tenía. El pueblo de San Sebastián se escogió porque en el barrio había un cuartel con herramientas que ellos necesitaban.
El Grito de Lares
El 23 de septiembre de 1868, caminaron desde Mayagüez hacia Lares, cien hombres dirigidos por Juan de Mata Terreforte. Además, en Lares había alrededor de 200 hombres adicionales esperándolos. Y, junto con las otras juntas, sumaron aproximadamente mil, con cuchillos y machetes, y algunas armas de fuego. Al llegar a Lares, se escuchó el grito de guerra, ¡Viva Puerto Rico Libre! y ¡Abajo los Impuestos! También, llevaban una bandera roja y otra blanca que decía ¡Muerte o Libertad! ¡Viva Puerto Rico Libre! ¡Año 1868!
En este grupo no había diferencia de clases sociales. Había ricos y pobres, blancos y negros. Estaban dispuestos a morir, y consideraron esta marcha como un movimiento patriótico. Además, se había hecho el compromiso de que los participantes serían jornaleros y/o negros libres. Allí, en el ayuntamiento, constituyeron el Gobierno Provisorio. Mientras tanto, las patrullas rodeaban el pueblo y arrestaban a los conservadores incluyendo al Alcalde Pedro Mediavilla. Otros rompían las libretas de los jornaleros.
Los rebeldes caminaron hasta San Sebastián, pero los militares los recibieron a balazos. Tanta fue la violencia, que los rebeldes decidieron retirarse, aunque continuaban planificando otras revueltas. Las autoridades españolas arrestaron a más de ochocientos sospechosos, incluyendo a Mariana Bracetti. A petición del pueblo, el gobernador de entonces, Julián Juan Pavía, eliminó la pena de muerte para los presos, pero los mantuvo en prisión por limitado número de años. Sin embargo, más de cien murieron por hacinamiento y el mal estado de las cárceles.
Al siguiente año, el reinado de Isabel II de España fue terminado, y la sucedió su tío, Fernando VII. Este cambio favoreció a los arrestados, y se les concedió un indulto general, de parte del gobernador José Laureano Sanz y Posse, el 26 de enero de 1869.
Referencias:
Biografías y Vidas
Cien años de la bandera puertorriqueña. Revista, El Nuevo Día. Domingo, 3 de diciembre de 1995.
El Grito de Lares
El Grito de Lares. Instituto de Cultura Puertorriqueño. No 10, Diciembre 1968. Pp. 3-40.
En ruta hacia el Grito de Lares. Periódico Visión, Mayagüez PR. 26 de septiembre al 7 de agosto de 1994. P. 13.
Enciclopedia PR
Grano de Oro
Historia de la Bandera de Puerto Rico. Histopedia de Puerto Rico. 23 de marzo de 2019.
Historia de Borikén (Puerto Rico)
Historia de PR y EU/Grito de Lares
Miller, Paul G. Historia de Puerto Rico. Rand Mc Nally & Company, Chicago IL. 1922. Pp. 278-285.
Pérez Soler, Angel., Contexto de la Revolución del 1868, Grito de Lares. Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH). 22 de septiembre de 2011.
Picó, Fernando. Historia general de Puerto Rico. Ediciones Huracán, Inc., San Juan PR. Novena edición, 2004.
Proclama de los Diez Mandamientos de los Hombres Libres. https://ciudadseva.com/texto/proclama-de-los-diez-mandamientos-de-los-hombres-libres/
Puerto Rico: Historia, Geografía y Sociedad. Ediciones SM, Puerto Rico. 2018.
Real Academia Española
Rosado, Marisa. "Cronología del Grito de Lares", Homines. Vol 18, No 1, Julio 1995. Pp. 31-58.
Segundo Ruiz Belvis: El exilio y la muerte en Chile. Horomicos: microhistorias
Sociales 1, 2, 3 y 4 (Libros de texto de la serie "Para crecer"). Ediciones Santillana, Inc., Guaynabo, PR. 2014.
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