LOS TAINOS Y SU ESTILO DE VIDA
Los taínos vivían en comunidades de gran tamaño llamadas yucayeques. Ellos establecían los yucayeques en los valles cerca de los ríos, porque esto les facilitaba pescar para conseguir sus alimentos, así como asearse.
También les permitía moverse de un lugar a otros montados en sus canoas. (Las canoas eran unas pequeñas embarcaciones o botes, preparados con madera, que se impulsaban utilizando remos hechos de ramas de los árboles.)
Un yucayeque podía contener más de cincuenta viviendas de diferentes tamaños. Estas comunidades eran gobernadas por un jefe al cual se le llamaba cacique. Podía reconocerse al cacique porque, a diferencia de los demas taínos, éste utilizaba en su cuello una especie de medalla de oro a la que llamaban guanín. El guanín era símbolo de distinción y autoridad.
El cacique podía ser un hombre o una mujer, y tenía la responsabilidad de repartir los alimentos cosechados, organizar las actividades religiosas, preparar la defensa del yucayeque, y recibir a los habitantes que llegaban. Era el cacique quien se reunía con los demás caciques de la Isla para hacer alianzas y tomar decisiones. Este tenía muchas personas a su servicio.
(Ver además: Caciques y Yucayeques de Boriquén en el siguiente enlace:
El nombramiento del cacique se hacía en base a herencia. La hermana mayor del cacique era quien daba en herencia a su hijo mayor el cacicazgo. Mejor explicado, el sobrino del cacique se convertía en el sucesor del actual, al éste fallecer. Pero si la hermana no tenía hijos, entonces se escogía a uno de los mejores guerreros nitaínos para este puesto.
El cacique dormía en una casa de forma rectangular, hecha con troncos de árboles, ramas y hojas, llamada caney. Su casa era la más grande del yucayeque, y la única con esa forma geométrica ya que todas las demás eran en forma circular.
Dentro del caney, se encontraban hamacas para descansar. Las mismas estaban hechas de fibras de maguey y de algodón.
También había vasijas con diseños de animales, y cemíes. Pero, a diferencia de las demás viviendas, también había una o varias pequeñas sillas de patas cortas llamadas dujos. El dujo era el asiento donde se sentaban los caciques en actividades especiales.
Los nitaínos ayudaban al cacique a tomar decisiones para el yucayeque, pero también eran los que defendían la comunidad de los indios caribe. Al igual que el cacique, estos disfrutaban de ciertos privilegios que no tenían los demás.
Los nitaínos eran quienes organizaban las obras de construcción, ceremonias especiales, cacerías e, inclusive, la guerra. Para defenderse, utilizaban el arco y la flecha, y cuchillos preparados con piedras.
Los nitaínos también representaban al cacique en la organización y la supervisión de los naborias en la agricultura.
Los naborias eran la fuerza laboral. Estos cazaban animales para comer, tales como, aves, jutías e iguanas. (Las jutías eran animales parecidos a los ratones, pero más grandes.) Recogían caracoles, ostras, almejas y cangrejos en las playas, y pescaban utilizando redes, anzuelos y arpones. Atrapaban tortugas a orillas del mar, esperando a que éstas salieran del agua a poner sus huevos en la arena.
Los naborias, además, trabajaban en la agricultura para alimentar a la población y para poder hacer trueque con otros yucayeques. Cultivaban yuca, yautía, batatas, ají, piña, maíz, maní y plantas medicinales en unos espacios de tierra que llamaban conucos. Los conucos eran plantíos formados con pequeñas montañas de tierra.
Ellos sembraban las semillas utilizando una herramienta puntiaguda larga, llamada coa. Con la coa, hacían pequeños hoyos en la tierra para colocar las semillas. Todo estaba muy ordenado. Estaban sembrados en hileras y la separación de una siembra a otra tenía la misma medida.
Uno de los cultivos más importantes para los taínos era el de la yuca ya que, entre otras cosas, con este vegetal era que preparaban el pan que utilizaban para alimentar a su gente, al que llamaban casabe. Extraían el vinagre para cocinar, y con el casabe fermentado hacían una bebida para refrescarse, al igual que con el maíz.
También eran quienes preparaban las herramientas, armas para defenderse y cazar, (tales como el arco, la flecha y macanas), utilizando piedras, madera, caracoles, huesos, y hasta las espinas del pescado, entre otros. Hacían los utensilios que utilizaban las mujeres para cocinar y preparaban instrumentos musicales con frutos secos, tales como maracas.
Los naborias, construían las viviendas a las que llamaban bohíos. A diferencia del caney, los bohíos eran una especie de casas de forma circular, contruídas de troncos de árboles, palmas, ramas y hojas. No tenían divisiones, eran de una sola habitación para toda la familia. En su interior colgaban hamacas para descansar, pero también se encontraban vasijas con adornos, representando animales, y cemíes.
Además de bohíos, sabían construir puentes sobre ríos, muelles y torres, para proteger a su yucayeque.
Por su parte, las mujeres sembraban y recogían los frutos, y estaban encargadas de la educación de los menores.
También eran quienes preparaban los alimentos y forjaban los envases trabajando en alfarería para ser utilizados en su mismo yucayeque o para trueque. Además, preparaban cestas y trabajaban como artesanas.
Se han encontrado vasijas decoradas con figuras de forma geométrica, tales como círculos, triángulos, puntos y líneas, y con figuras de animales como aves, murciélagos, ranas y tortugas, entre otros. Algunas de estas vasijas eran ollas, vasos y platos hechos de barro, como el burén. Utilizaban el fruto de la #higüera para hacer vasijas que utilizaban para cargar agua o la jataca.
A diferencia de los demás taínos, que estaban desnudos, las mujeres casadas eran las únicas que utilizaban una especie de falda o delantar de algodón, amarrado a la cintura, que llamaban nagua.
Los niños, por su parte, acompañaban y ayudaban a sus madres en sus tareas, hasta tener la edad suficiente para ir de caza o de pesca con sus padres. Estos, desde pequeños, mostraban gran habilidad para cazar cotorras.
Referencias:
Estudios Sociales 1 a 4. Ediciones Santillana, Inc., Guaynabo, PR. 2014.
Miller, Paul G. Historia de Puerto Rico. Rand Mc Nally & Company, Chicago IL. 1922.
Picó, Fernando. Historia general de Puerto Rico. Ediciones Huracán, Inc., San Juan PR. Novena edición, 2004.
Silvestrini, Dra. Blanca G. y Dr. José Seguinot. Puerto Rico y Las Américas. Harper Collins Publishers Latin America, Miami FL, 1992.